
Aceptar nuevos sabores, a nuestro paladar acostumbrado a sabores familiares, chilenos, conocidos y aceptados, no es muy fácil. La cocina de autor, científica, fusión, etc, la nueva cocina que apuesta a sorprender y encantar no sólo trabaja con sabores que se saben que son sabrosos. Desde ya un tiempo se han incluido toda clase de especias, hierbas, flores comestibles, frutas, verduras, granos, etc. EL estímulo surge del encantamiento de los aromas que resultan ser verdaderos mimos para nuestro olfato.
Memoria olfativa:
Frotar una hierba aromática en las manos, inhalar su aroma e inmediatamente probarla, repetirlo varias veces y con práctica, es una forma de desarrollar la memoria olfativa. Cada vez que que huelas esa hierba, recordarás al instante su sabor. Asimismo, reconocer la textura y sabor de los alimentos desarrolla también la creatividad a la hora de cocinar un plato, y menú, combinando sabores, formas, texturas, aromas, y encantar a los comensales.
¿cómo obtener un buen resultado, por qué algunos alimentos se llevar mejor con unos que con otros?
Dar vida por ejemplo, a un plato de un pescado de sabor delicado con una salsa de un sabor definido. Atenuar el sabor de una verdura con el sabor de una salsa suave. Por ejemplo el sabor suave de un pollo con una salsa de estragón. Lo importante es experimentar con sabores, proporciones de las distintas especias y de hierbas aromáticas...
La carne de cerdo tiene un sabor de medio a fuerte y se acompaña muy bien con mandarinas, que son ligeramente ácidas, y con una pizca de romero (sabor fuerte) o mucho perejil (sabor suave). El pescado delicado mejora con un poco de mostaza, un poco de acedera (ligeramente amarga) o el sutil sabor de una cubierta de champiñones. El puré de zanahorias mejora si le pone una pizca de ajedrea, de marcado sabor, nuez moscada o una generosa porción de calabacitas cortadas en cubitos.
Para combinar especias y hierbas se debe aprender sus proporciones y combinaciones que dan buen resultado y teniendo cuidado en no enmascarar una especia pro ejemplo con otra. Las especias y las hierbas suaves se pueden mezclar con éxito, puesto que cada sabor tiene oportunidad de ser paladeado, por sutil que sea.
Si las especias o hierbas aromáticas que utiliza tienen diferente intensidad de sabor, puede aumentar o disminuir las proporciones de manera que el sabor de cada una resulte igualmente fuerte o "concentrado". Por ejemplo, ½ cdita. de estragón en una salsa le requerirá el doble de cebollinos (1 cdita.) para equilibrar la concentración. Cambia las proporciones según los principales ingredientes del platillo o guarnición que esté preparando. Por ejemplo, una salsa necesita mayor concentración de sabor que una sopa. La salsa de perejil necesita el doble de éste (por su baja concentración de sabor) que una sopa de perejil. Para la salsa de albahaca, de sabor penetrante, use ¼ de cucharadita, pero sólo una pizca si se trata de sopa.
A continuación hay una lista de combinaciones poco frecuentes que resultan exitosas. Trata de identificar las concentraciones de sabor de cada combinación e imagina y/o prueba el resultado.
Puré: puré de papas natural, aceite de oliva y café de grano molido en una especie de expreso corto no muy líquido.
Carne: cerdo con mandarinas, ternera con kiwi, pollo con queso brie, carnero con piñones, carne de res con uvas.
Pescado: pescado con mostaza, pescado con peras, pescado con acedera, pescado con semillas de apio, pescado con pepinos.
Verduras: puré de nabos con manzanas, brócoli con queso roquefort, aguacate con cilantro, espinacas con toronjas, zanahorias con miel.
Ensaladas: de arroz integral con granada, de berros con pistachos, de endibias con ajo silvestre, de lechuga rizada con hinojo, de coditos con salmón ahumado.
fuentes: El gastrónomo y aporte de Don Luis, experto en cafés.Etiquetas: laboratorio cocina / técnicas culinarias
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